Si cada hombre pudiera tener dos vidas sería un mundo inusual, completamente diferente a lo que conocemos. Pudiéramos aprender. Volver a ser quienes en verdad somos, hacer esa fila inmensa que nos conduce al fino paraíso del amor, seriamos humanos, creación perfecta de un todo poderoso, luz eterna, infinita e irreconocible por muchos. Un ser extraordinario que nos creo a su semejanza y nos dio, nos ofreció libre albedrio dándonos la oportunidad para ser invencibles ante la obscuridad de la noche, que de vez en cuando, es alumbrada por la luna, estrella que guía a todos los grandes amantes del Planeta Tierra, que son los que viven en plenitud, hijos del pecado, pecado que hace que seamos impuros, que caigamos en esas grandes tentaciones de la carne, que solo se satisfacen con placer, creado por las malditas masas, que vuelven a regir nuestros pensamientos estúpidos, alentados para ser seres no pensantes. Dios, hombre, ser, luz en el horizonte que aguarda ser encontrado dentro de nosotros mismos y no en el cielo raso, más allá del universo y los planetas incontables, más allá de las grandes estrellas calientes llenas de mil expectativas y de mil historias que esconden secretos inimaginables, secretos que solo ellas saben, secretos de orgullo, secretos de una gran ilusión que a veces finge ser audaz y suspicaz pero en realidad necesita alimentarse con fe, el único alimento especial que rige al mundo y todas esas células vivientes que se encuentran en él. Hijos de un pensamiento que se creó hace años luz, que sobrevivió gracias a los grandes sonadores de la historia, pero que decayó gracias al horror inusual e insensato de los cerebros profundos, cerebros llenos de maldad, llenos de ignorancia y demasiado egoísmo, que es el que envuelve todas las manchas negras en el agua, todas las manchas en el corazón, todas las manchas en la tierra. Tierra que según va creciendo así la van matando, tierra donde llegó el momento de volver a rejuvenecerse, de volver a ser la misma de antes, a volver a sentir el agua suave, limpia y pura, a sentir esa brisa suave que no envuelve humo, ni pensamientos morbosos… Donde el suelo se vuelva a sentir virgen y no manoseado por manos ajenas, por manos que han crecido gracias a la misma Tierra, manos que alguna vez fueron inocentes pero que hoy son las causantes de tanta destrucción.
Datos personales
- Vianka G.
- ◄ Nacida en una de las décadas más importantes para la historia, donde la tecnología comenzó a tener un auge magnífico. Creció en un pueblo pequeño en una de las islas más hermosas, fiesteras y talentosas de el mundo entero. Fomento su enseñanza entre una familia primaria unida y entre otra segundaria totalmente disfuncional, así empezó su admiración por lo raro, su amor por la noche, su facionación por la luna, por lo utópico, por lo extraño, por lo genial de la vida. A su corta edad a cautivado retos que la han motivado a continuar en el sendero, y crear nuevas metas que ha decidido trabajar constantemente. Joven mujer fanática de la escritura y la lectura, su imaginación crece a un ritmo único y es fiel a sus creencias, brindandole al mundo enseñanzas y proyectando seguridad.